Trabajando la autoestima
"¿Cómo puedo mejorar mi autoestima?" Es una de las principales demandas con las que acuden los pacientes a terapia. En este caso, siempre intento realizar una psicoeducación previa, para que se pueda comprender que es la autoestima, cómo aprendemos a valorarnos de esa manera, es decir, cuál es la procedencia de nuestra autoestima. Una vez conectados con los conceptos previos, planteamos una intervención para poder aumentar dicha autoestima.
Previamente tenemos que conocer lo siguiente:
- Autoconcepto: hace referencia a una serie de características en las qué me puedo sentir identificado en diferentes dimensiones, laboral familiar, etc., Por ejemplo; "soy psicóloga". En parte este autoconcepto se empieza construyendo desde que somos pequeños, cuando recibimos información por parte de las personas externas.
- Autoestima: es la valoración que tenemos acerca de esas características que nos definen, es decir, la valoración del autoconcepto, por ejemplo; "Soy una buena psicóloga".
Ambos conceptos se desarrollan a lo largo de la vida, es decir, que se desarrollan a través de nuestras vivencias. Si el autoconcepto es positivo, existen más posibilidades de que la autoestima lo sea y por lo tanto conlleve un mejor desarrollo en el bienestar psicológico y en el desarrollo de los conflictos que la vida pueda proporcionar. Sin embargo, las personas que tienen una autoestima más limitada se perciben asi mismo de manera distorsionada, magnificando las "debilidades" e "imperfecciones". Esto puede graves problemas en diferentes contextos como por ejemplo, las relaciones interpersonales.
¿Cómo mejorar la autoestima?
En primer lugar, hay que tener en cuenta cual es nuestro autoconcepto en función de las diferentes dimensiones que nos conforman.
Descríbete en las siguientes categorías:
En la personalidad, en el aspecto físico, en como consideras que los demás te pueden ver, en la sexualidad, en el rendimiento académico o laboral, en las relaciones personales, en la capacidad emocional y por último, en tus gustos propios. Se pueden clasificar en una descripción más positiva o negativa para poder observar cuales son las áreas más limitadas y por lo tanto, con mayor necesidad a trabajar.
Después de identificar dichas limitaciones, vamos a reflexionar sobre ellas:
- Elimina los términos despectivos utilizando un lenguaje más objetivo y benevolente: un foco muy importante es como nos hablamos, no es lo mismo decir, "soy una inútil" que decir, "estoy aprendiendo y necesito tiempo para mejorar".
- Eliminar la generalización: evita utilizar términos como "siempre" o "nunca", como por ejemplo; "nunca tengo tiempo" se puede modificar por "entre semana no suelo tener tiempo, necesito buscarlo", esto permite la movilización hacía el cambio.
- Buscar excepciones: valórate en aquellas conductas que sean una excepción, por ejemplo "no puedo ir al cine solo, pero soy capaz de ir a tomar un café solo".
Puedes plantear una serie de lista de logros, de aquellas situaciones de las que te puedes sentir orgulloso de ti mismo a lo largo de tu vida. Incluso, aunque no se hayan llegado a determinadas metas u objetivos. Una persona se puede sentir tremendamente orgulloso de haber estudiado unas oposiciones aunque no haya llegado a conseguir una plaza pública. De esa lista de logros, puedes buscar que cualidades puedes tener para haber alcanzado esos logros, por ejemplo; estudiar unas oposiciones conllevan cualidades como; persistente, constante, valiente etc.
También me gustaría mencionar una herramienta de movilización hacía el cambio. Valorar el YO IDEAL del YO ACTUAL. Consiste en hacer una lista de cuestiones que considerarías ideal para ti y quisieras modificar. Un ejemplo sería; "soy una persona muy perezosa y me gustaría tener una rutina deportiva" ¿Qué pasos podemos ir dando para alcanzar dicha rutina?
Por último, me parece importante mencionar que en ocasiones el autoconcepto y la autoestima pueden estar gravemente distorsionados debido a traumas o negligencias en la infancia o la adolescencia provocando un conflicto interno difícil de gestionar de manera individual. Por ello, no dudes en ponerte en contacto de un profesional de la salud en esa situación.
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