Este artículo nace en relación al hecho ocurrido en la última semana. España está consternada por la situación ocurrida tras la DANA que ha azotado el litoral mediterráneo.
Gracias a la empatía el ser humano tiene la capacidad de poner ponerse en los zapatos de las personas que sufren y más cuando podemos conectar debido a la cercanía de los acontecimientos, ya que, podemos sentir la posibilidad de que nos sucediese a nosotros. Esta empatía ha conllevado el movimiento tan emotivo del “pueblo salva al pueblo”. Gente unida con un mismo sentimiento ante una misma desgracia. La solidaridad nace desde la empatía y la necesidad de vincular del ser humano y mostrar ese amor.
Sin embargo, en ocasiones, ante situaciones similares, por mucho que intentemos aportar nuestros granitos de arena, podemos llegar a conectar con la emoción de culpabilidad ante la impotencia o frustración de no poder hacer nada más por los que sufren. Incluso, la emoción de culpabilidad se puede activar debido al sentimiento de “fortuna” de que algo tan catastrófico no nos haya pasado en nuestras propias carnes. Como si no fuéramos merecedores de la suerte.
En psicología podríamos hablar del término de “culpa del superviviente”, cuando una persona se siente culpable por haber sobrevivido a un accidente de tráfico, a operaciones militares o a una catástrofe natural mientras que algunas personas no sobrevivieron Algunos ven los terribles acontecimientos desde fuera y piensan que no tienen derecho a vivir.
Otro ejemplo sería como el concepto recientemente que Elisabeth Oxfeldt, ha acuñado relacionado con este sentimiento, la “escandiculpa” Es un sentimiento de culpa por sentirse privilegiado a costa de los pueblos oprimidos de otras partes del mundo".
Este sentimiento de culpabilidad detona cuando consideramos que no somo merecedores de las circunstancias privilegiadas, por lo tanto, también aparece debido a una necesidad de gestión de la autoestima. Por otro lado, y sobre todo en el caso de las catástrofes naturales como la que estamos viviendo, la culpabilidad aparece cuando sentimos o queremos estar inmediatamente ayudando ante dichas situación pero por unos motivos o por otros, no podemos hacerlo.
La culpabilidad puede ser; adaptativa o desadaptativa.
Por desgracia, no podemos hacer que desaparezca este emoción de repente, pero si podemos gestionarla y reubicarla, entendiendo hasta donde pueden ser nuestras posibilidades y opciones realistas de ayudar, que responsabilidades tenemos tanto con nosotros como con los demás de nuestro al rededor. En ocasiones nos focalizamos mucho en eliminar la emoción, ya que, es una sensación desagradable, esta necesidad de evitar dicha emoción puede llegar a provocar conductas de riesgo o que no se adapten a las necesidades reales del contexto. Dentro de un contexto realista, valora cuales son tus opciones y orgullécete de que cualquier granito de arena puede ayudar.
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