Es posible que a lo largo de tu vida te hayas hecho la pregunta de "¿Y si soy antisocial?". Es importante distinguir lo que es etiquetarse como una persona "antisocial" a ser alguien "asocial", ya que, aunque lo parezca, NO son conceptos iguales. La personalidad antisocial entra dentro de un trastorno de la personalidad y es muy diferente a tener rasgos de necesidad de individualización así como ser selectivo a la hora de relacionarnos, es decir, ser una persona con tendencia a ser “asocial”.

¿Qué es tener una personalidad antisocial?
En el DSM-V, el manual de diagnóstico de psicología identifica esto con las siguientes características:
Esto es lo que consta en el manual, sin embargo, existen rasgos sin tener que diagnosticar el trastorno como tal. Como he mencionado anteriormente, se puede tener una tendencia a ser asocial:
Significa tener una tendencia a evitar o no buscar interacciones sociales, prefiriendo pasar tiempo a solas o con un grupo muy reducido de personas de confianza. A diferencia de ser antisocial, ser asocial no implica hostilidad ni un desprecio por las normas sociales, sino una preferencia genuina por la soledad y las actividades individuales.
Las características principales serían:
Si crees que esto se puede convertir en un problema importante, no dudes en consultar a un profesional de la salud mental.
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