Nuestra amiga la ansiedad

La Ansiedad es una palabra ya conocida en estos momentos prácticamente por todo el mundo. ¿Quién no ha sentido en algún momento que su corazón se aceleraba? ¿Qué su respiración no va más rápida de lo normal? ¿Quién no ha sentido en algún momento problemas digestivos cuando está nervioso? Por diferentes motivos, seguramente relacionados con las exigencias que se marcan a nivel social y cultural, cada vez es más habitual ver sintomatología ansiosa en la población, siendo realmente preocupante entre los jóvenes.

Que es la ansiedad y como gestionarla

Antes que nada, es necesario conocer las diferencias entre el miedo, el estrés y la ansiedad:

  • Miedo: el miedo es una emoción innata que nos permite detectar un estimulo externo que puede conllevar una amenaza inminente a la persona y activa el sistema de alerta para preparar una defensa.
  • Estrés: el estrés es un estado de la persona provocada por una situación complicada o difícil de gestionar, en búsqueda de las posibles soluciones. La principal diferencia con la ansiedad, es que una vez desaparece la situación que está provocando ese estado, el estrés disminuye considerablemente.
  • Ansiedad: es un estado emocional necesario para la supervivencia del ser humano, ya que, ayuda a detectar aquellos estímulos que nos perjudican y buscar posibles soluciones.

¿Cuándo es importante gestionar la ansiedad?

Cuando se muestra desproporcionada o prolongada en el tiempo, generando un malestar intenso y provocando un bloqueo en diferentes ámbitos de la vida de una persona. Esto es cuando se considera una ansiedad disfuncional. Es decir, cuando hay preocupaciones y miedos intensos de manera constante y persistentes en el tiempo sobre situaciones de la vida cotidiana.

Ansiedad prolongada cómo gestionarla
Ansiedad en personas jóvenes

¿Por qué cada vez se habla más de ansiedad entre los jóvenes?

Como he mencionado al principio del artículo, esta siendo significativo la identificación de sintomatología ansiosa en los jóvenes, los llamados “los niños de cristal”. Si la ansiedad se detecta en momentos de peligro, ¿qué es lo que está sucediendo para que los jóvenes identifiquen peligros en su día a día? La predisposición genética, factores familiares, modos de crianza y la historia de aprendizaje, son fundamentales para entender lo que le puede provocar a una persona detonar en un estado ansioso. Encontramos también tres factores más generales que pueden dar una explicación a este aumento:

  • Altas expectativas y necesidad por alcanzar el éxito: observamos como la sociedad esta llevando un ritmo de vida muy acelerado en el que parece que si no llegas a un determinado estatus socioeconómico, no eres “nadie”. Esta creencia implica tener estudios cuantos más mejor (síndrome de la titulítis) y un CV extenso de logros. Lo cuál genera expectativas que no son realistas de cumplir.


  • Un mundo que parece atemorizante y amenazador. Los medio de comunicación dan un acceso más directo a estar conectados con todas las noticias que ocurren en el mundo. Por ello, aunque no estemos en un conflicto armado, leyendo las noticias relacionadas con ello, nuestro sistema de alerta también se activa sintiendo un peligro real. Solo hay que ver o leer las noticias para saber que muchos pueden sentir miedo de estar en lugares públicos en los que antes se sentían seguros.

  • Las redes sociales. Los niños y los adolescentes de hoy están conectados constantemente a las redes sociales. Este hecho también provoca constantes comparaciones entre sus vidas y las de otros.


¿Cómo podemos gestionar la ansiedad?

Podemos valorar múltiples maneras para gestionar la ansiedad disfuncional, no obstante, hay que valorar siempre las diferencias individuales de cada persona para poder profundizar en los detonantes de dicha situación ansiosa y gestionarlos de manera adecuada. Sin embargo, existen técnicas generales que pueden ayudar a disminuir la intensidad basal de nuestro cuerpo:

  • Técnicas de relajación: mediante una respiración profunda, las técnicas de relajación pueden ayudar al cuerpo a relajarse y disminuir la presión arterial y su frecuencia cardíaca, que se ven alterados por el cortisol (hormona que se activa debido al estado de estrés).
Técnicas de relajación para disminuir la ansiedad
uso del Mindfullness para mejorar la ansiedad
  • Mindfulness (Atención plena): es una herramienta que se focaliza en la atención hacía el presente, centrándonos en lo que esta sucediendo “aquí y ahora”, aceptándolo, sin intentar cambiar ni juzgar nada. Aprender a renunciar al ruido y las distracciones.

Si te encuentras en una situación de ansiedad que te provoca limitación en tu día a día, no dudes en ponerte en contacto conmigo para tener una adecuada intervención.

Aquí te dejo otros artículos interesantes:

https://latorrepsicologia.com/soledad-una-compania-impuesta/

Bárbara de Braganza 11, Madrid

Metro Alonso Martínez, Tribunal, Colón

Puedes hacerme cualquier consulta mediante el formulario, enviando un correo a blatorrepsicologa@gmail.com o contactando conmigo a través del número 633 29 41 83.