Que te digan que no, que te pongan límites, que a veces las cosas no salgan como estaban planteadas en tu cabeza, etc. Todo esto puede ser que te genere una frustración muy intensa que en ocasiones puede llegar a ser complicado a la hora de gestionarlo. ¿Por qué algunas personas tienen más dificultad en gestionar la frustración?
Esto se debe a varios factores:

Hay que tener en cuenta que ahora mismo vivimos en la cultura de la inmediatez. Dando un click podemos llegar a muchos sitios o comprar muchas cosas. Esta sensación de poder tenerlo todo de manera inmediata fomenta la falta de tolerancia ante la frustración.
Es importante, por lo tanto, identificar qué cosas nos pueden generar mayor frustración y cómo suele ser nuestro patrón de comportamiento ante ello.
Es natural que ante determinadas expectativas que no se cumplen puedan generar grados de frustración. Cuanto más grande es la expectativa más grande será esa sensación natural que conecta con nosotros llamada frustración. La baja capacidad de gestionar la frustración conlleva bloqueos tanto a nivel de acción como emocionales.
¿Cuáles son las principales características de una persona que tiene baja tolerancia a la frustración?
¿Cómo podemos trabajar la baja tolerancia a la frustración?
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